Siguen los días
creciendo lentamente
y dan más luz.
Poquito a poco
salimos del encierro
del duro invierno.
Los días grises,
las tardes melancólicas,
quedan atrás.
Pero este tiempo
se pasa, como todos,
mientras se vive.
Así se sueña
y vuelve la nostalgia
y los recuerdos.
Y se disfruta
charlando en la cocina
con el café.
Junto a la lumbre
se animan las pupilas,
como las brasas.
Vamos cumpliendo
un ciclo que se cierra
un año más.
Allá, en el fondo
se ve la primavera
y es como un sueño.
Rafael Sánchez Ortega ©
19/01/22
Se ve la primavera aún en este gélido invierno Rafael.
ResponderEliminarBello poema lleno de esperanza.
Un abrazo grande
Gracias por tus palabras Cora.
EliminarUn abrazo inmenso.
Y a mí que me encanta el invierno...
ResponderEliminarLa primavera va asomando con timidez en los árboles dormidos.
Abrazo, Rafael.
Cada estación tiene su toque "mágico" Verónica, como bien dices.
EliminarUn abrazo.
Los días pasan a velocidad vertiginosa, es como un rayo de luz, pero así es la vida día tras día, y cada uno aunque aparezcan iguales son disantos. Un abrazo.
ResponderEliminarCierto Campirela, es como dices.
EliminarUn abrazo y feliz domingo.