Gaviota errante
que buscas en la arena
tus compañeras.
¿De dónde vienen
tus alas tan cansadas
y tan mojadas?
No me respondas.
Prefiero contemplarte
y adivinarlo.
Voy como tú,
cual barca a la deriva
buscando puerto.
No veo faros
ni abrigos en la costa,
tampoco playas.
Solo la luna
se estira sobre el llanto
de mis desdichas.
Pero podemos
hacer un bello trato
entre nosotros.
Si tú me prestas
tus alas llegaremos
a buen destino.
Tus compañeras,
están en aquel puerto,
que tanto ansío.
Rafael Sánchez Ortega ©
12/02/22
A veces nos cuesta levantar el vuelo por eso una mano abierta siempre es bienvenida.
ResponderEliminarDejemos pues volar a la gaviota que busque su propio destino. Abracuzo!!
Son libres y descaradas, quizás esto último es lo que las hace más interesantes.
EliminarUn abrazo y gracias Campirela.
Precioso! 👏🏼👏🏼👏🏼
ResponderEliminarGracias Galilea.
EliminarAbrazos.