Una prodigiosa telaraña
está lista por tu casa,
con sus hilos plateados
que se cruzan y que cazan.
Es el fruto de un artrópodo,
(no es insecto nuestra araña),
que nos deja su excremento
paso a paso con puntadas.
Nuestro hilo, misterioso,
es experto, sin granadas,
en la caza de las moscas
que se pegan a sus babas.
Y allí quedan coleando
las benditas moscas dadas,
mientras mira su agonía
una araña patilarga.
Pero sigo con el hilo
y me largo de la caca,
ya que hay moros en la costa
y galeras con piratas.
Sé que buscan horizontes
sin tormentas, con bonanza,
porque quieren, de los mares
otras redes y otras mallas.
Es el timo "la estampita",
yo te doy y tú me engañas,
y al final quedas en cueros
sin comerte una calandria.
"Calamares rebozados",
ofrecían en las plazas,
los curtidos marineros
hoy metidos en las tascas,
y es que es fiesta, y la Folía,
de una Virgen en su barca,
que pasea por el puerto,
entre salves y rondallas,
(qué desliz de las meninges
que confunden las palabras,
de rondallas, caprichosas,
con marinos y "Picayas")
Ya me voy, no se preocupen
con un brindis a las ranas,
y otro más a las alturas
donde brincan las arañas.
Pd...
Con permiso, me retracto,
la "bendita telaraña,
es prodigio de una mente
que nos guía con templanza.
Rafael Sánchez Ortega ©
13/01/22
Rafael, todos los seres de la naturaleza son producto de ESA MENTE, y todo tiene su sentido en esta vida. Me encanto cómo ensalzas a la araña y vuelves a tu mar para valorar sus valores y enseñanzas. Muy bueno, amigo.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo siempre.
Gracias por tu comentario María Jesús. Se trata de un poema para el Taller de Escritura.
EliminarUn abrazo y feliz tarde-noche, María Jesús.
Hoy tu poema se ha convertido en un corto cuento, y gracias a ti sabemos más de esas telarañas. Magnifico.
ResponderEliminarUn besote.
Gracias Campirela, es un trabajo para el Taller.
EliminarUn abrazo en la noche.
Buenísimo!
ResponderEliminarTus romances siempre son oro molido.
Gracias Galilea, es un trabajo para el Taller.
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