Calienta el sol
y aleja los fantasmas
de la invernada.
Pero estos versos
ocultan lo que ocurre
detrás del porche.
Porque en la calle
el sol que se recibe
viene con frío.
Es viento helado
que baja de los cerros
y las montañas.
Si, brilla el sol,
pero es insuficiente
con su calor.
El viento clava
la daga de un puñal
que conocemos.
Hay que aguantar,
seguir en este invierno
y resistir.
El día a día
se vive en cada casa
y en el trabajo.
Sigamos siempre
luchando y sonriendo,
mal que nos pese.
Rafael Sánchez Ortega ©
28/01/22
Sencillamente precioso, Rafael. Las letras de la amada regeneran el roble y el bosque. Y es que el amor es mágico y dota de eterna juventud a la vida.
ResponderEliminarMi abrazo entrañable y admirado, poeta.
Gracias por tu comentario María Jesús.
EliminarUn abrazo.
Los árboles son nuestros mejores amigos, sin ellos lo pasaríamos muy mal. Bellas letras. Una buena tarde, te mando un abrazo !!
ResponderEliminarGracias por tu comentario Campirela.
EliminarUn abrazo.
Ese sol es una caricia de la primavera que se acerca, para que la vida y el trabajo sean más llevaderos.
ResponderEliminarUn abrazo.
mariarosa
Gracias María Rosa.
EliminarUn abrazo y feliz día.
LLegará laa primavera, más pronto que tarde.
ResponderEliminarUn abrazo
Cierto Maripau.
EliminarUn abrazo.