Quiero tus alas,
canija, de hojalata,
para volar.
Iremos lejos,
a sitios donde nadie
haya pisado.
A las montañas
tan blancas que nos llaman
en los inviernos.
Quiero partir
a un mundo sin fronteras
y tras tus sueños.
Seremos libres,
sin rejas ni cadenas
que nos lo impidan.
Que atrás se queden
la estética y moral
de los cobardes.
Quiero tener
muy cerca tu sonrisa
y tus caricias.
Y por supuesto,
tus labios de cristal
para besarlos.
Te quiero a ti,
canija de mis sueños,
¡nunca lo olvides!
Rafael Sánchez Ortega ©
20/01/22
Que ternura Rafael, me ha encantado esa ternura en tus sueños, seguro que no lo olvida.
ResponderEliminarFeliz noche de sábado. Un abrazo
Gracias Carmen.
EliminarUn abrazo y feliz domingo.
Muy chulo, me ha gustado mucho, esa canija es tremendamente tierna. Un besote.
ResponderEliminarGracias por leer a la canija de plata, Campirela.
EliminarUn abrazo.