Tardes de invierno
con flores olvidadas
de primavera.
Están marchitas
posadas en la mesa
donde me encuentro.
Y es que, el invierno,
congela, como el frío,
las ilusiones
Se ven, al fondo,
nevadas las montañas
con manto nuevo.
Hoy han cambiado
el manto gris verdoso
por otro blanco.
Este es hermoso
y arranca su blancura
muchos suspiros.
Días de invierno,
recuerdos y nostalgias
que atrás quedaron.
Pero el presente,
de inviernos y veranos
hay que vivirlos.
¡Vivir, sentir,
gritar por estar vivos
pudiendo amar!
Rafael Sánchez Ortega ©
14/01/22
Vivamos el presente, sea invierno o primavera, con el Amor, aunque a veces se rompa.
ResponderEliminarFeliz día Rafael.
Cierto Carmen, es lo mejor.
EliminarUn abrazo en la tarde.
Esas tardes de invierno van engendrando con sus manos de nieve la primavera, preparan la tierra y el espíritu para que celebre con alegría la vida, que emerge de nuevo, como en tus versos, Rafael.
ResponderEliminarMi abrazo admirado y mi cariño.
Ya queda poco para la primavera, María Jesús, aunque tampoco podemos quejarnos del tiempo que hace.
EliminarUn abrazo.
Tardes de invierno que ya quedan pocas, además este año se puede decir que no hemos tenido al menos por algunos lugares. Un abrazo.
ResponderEliminarEs que el tiempo anda loco y este invierno, salvo los días cortos, no se parece a otros años.
EliminarUn abrazo y gracias Campirela.
Hermosos versos.
ResponderEliminarA mí, la verdad, cada vez se me hace más corto el invierno. Siempre me pilla por sorpresa aquello de ver que alarga el día. ¿Ya?... jeje... pero si "ayer" era Navidad!
Será que el tiempo, con los años, cada vez parece que pasa más rápido.... Vuela.
Es que este tiempo no parece de invierno, como bien dices, Galilea.
EliminarUn abrazo en la noche.