Lluvia sin pausa
te piden unos labios
casi sedientos.
Es en la aldea
paciente y centenaria
de mis ancestros.
Tierra reseca,
rescoldos y cenizas
de viejos tiempos.
Hoy, sus entrañas,
apenas balbucean
y piden agua.
Grande sequía
y estamos en febrero,
en pleno invierno.
Pero el quejido
que dejan sus entrañas
es por dolor.
Piedras templadas
apenas del rocío,
¿qué me decís?
Son escaleras
que buscan en los cielos
su salvación.
Pero la lluvia,
sin pausa y tan pedida,
sigue durmiendo.
Rafael Sánchez Ortega ©
24/02/22
Una lluvia necesaria en todo momento de la vida.
ResponderEliminarFeliz día Rafael.
Un abrazo
Cierto Carmen.
EliminarUn abrazo y feliz viernes.
La lluvia coqueta suele dejarnos solos, luego aparece sin aviso y nos emborracha con su agua bedita. Un abrazo Rafael.
ResponderEliminarEso estaba haciendo con nosotros María Rosa.
EliminarUn abrazo y feliz día.
Algo que lleva sucediendo algunos año es que ya los inviernos no son tan lluvioso y estas vienen a destiempo y haciendo daño. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarComo dice el "refrán", cada cosa a su tiempo, y es lo que no sucede, Campirela, como bien dices.
EliminarUn abrazo en la noche.