martes, 8 de marzo de 2022

5.006 - VAMOS, DESPACIO...



"Vamos, despacio,

camina lo que puedas,

pues llegarás".


Eran palabras

de amor y de cariño

para los hombres.


Y las decía

el viento enfurecido

de aquella tarde.


"Llega la noche,

y en ella, con sus sombras

estás seguro".


El hombre, ausente,

seguía caminando

en su destino.


Sangre en la tierra,

y el hielo en las entrañas

era su ajuar.


"No te preocupes,

decía su conciencia,

todo son sueños".


Pero su mente,

un tanto atropellada,

tenía miedo.


Miedo a los hombres

que mienten y enloquecen;

miedo a sí mismo.


Rafael Sánchez Ortega ©

03/03/22

14 comentarios:

  1. Lo importante es no parar, aunque sea a paso lento adelante.
    Bellos versos.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. miedo a si mismo... que triste suena, Rafael. La seguridad en nosotros mismos debería ser nuestra bandera, porque el miedo nos impide caminar, amigo.

    Feliz tarde

    Un abrazo

    Fina

    ResponderEliminar
  3. El miedo es un compañero que siempre nos acompaña, pero es también el que impulsa a los caminantes a seguir...

    Muy bonito poema.

    mariarosa

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El miedo ha sido mi compañero en la montaña, María Rosa, pero fue bonita la experiencia.
      Un abrazo y gracias.

      Eliminar
  4. El miedo y el respeto a las cosas siempre hay que tenerlo ello nos hace ser más precavidos , aunque hay edades donde ser precavidos no entra en nuestro vocabulario. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  5. La vida es una auténtica aventura, que nos inspira muchas cosas. Ese miedo es humano y nos hace ir despacio en el camino. La prudencia es necesaria y debemos estar siempre atentos, Rafael. Muy bello, amigo
    Mi abrazo entrañable y feliz noche.

    ResponderEliminar
  6. La situación bélica hace que uno se anime a sí mismo a salir, a huir.

    Buenos versos. Un abrazo

    ResponderEliminar
  7. Qué importante es permitirse escuchar la voz sabia que nos guía.
    De miedos, incluso a nosotros mismos, estamos hechos.

    Abrazo, Rafael.

    ResponderEliminar