No te conozco,
gacela que recorres
el camposanto.
Eres la sombra
que sale por las noches
para ir de ronda.
El fruto amargo
de autores de novelas
con tinte negro.
Busco palomas
que en plazas y jardines
me traigan paz.
Paz y blancura,
la nieve de las almas
con su inocencia.
Blanca esperanza
que alivie corazones
estremecidos.
Y es que los niños,
igual que los mayores
quieren amar.
Precisan vida,
sonrisas en sus ojos
que deje el sol.
Y, por supuesto,
la nana inmaculada
que da la luna.
Rafael Sánchez Ortega ©
04/03/22
Con los años y cambios, a veces no nos conocemos ni a nosotros mismos.
ResponderEliminarFeliz día Rafael. Un abrazo
Cierto, Carmen,
EliminarUn abrazo y gracias.
Sólo la luna les mece a esos niños del hambre, o de la guerra.
ResponderEliminarUn abrazo, Rafael
Bendita luna, Maripau.
EliminarUn abrazo.
Que las sombras se alejen y llegue la luz que falta nos hace. Un abrazo y feliz tarde.
ResponderEliminarGracias Campirela.
EliminarUn abrazo en la noche.
Esa nana tan nuestra tan llena de magia te quedaron lindos, un abrazo desde mi brillo del mar
ResponderEliminarGracias Bea.
EliminarUn abrazo.
También busco la paz, Rafael. Hay demasiadas sombras escapadas de las novelas poblando la realidad.
ResponderEliminarUn abrazo lleno de esperanza.
Todos la buscamos Verónica.
ResponderEliminarUn abrazo.