sábado, 27 de agosto de 2011

DE NUEVO ACUDES A MI, CIUDAD RECUERDO...


De nuevo acudes a mi, Ciudad Recuerdo,
y vienes con tu carga de nostalgia,
con aquella primavera renacida,
con los sueños y promesas de una noche,
con el beso de unos labios en mis labios,
con el lento recorrido de mis dedos
por tu cuerpo descubriendo sus colinas
y bajando hasta su valle,
tras el dulce escalofrío conseguido
y arrancado de una piel estremecida.


Y vienes nuevamente con el paso vacilante,
con tu cuerpo provocando mis pasiones,
con tus ojos que me miran y remiran,
con tu pelo tan sensual que se desliza
por tu espalda,
con tus manos delicadas e insinuantes
que me ofrecen unas rosas marchitadas,
con tu paso perezoso que me pide
que lo mire.


Pero vienes con tu carga en las espaldas,
con la dura interrogante que pregunta
"dónde estoy",
con el eco de un pasado ya vivido y
que es pasado simplemente,
aunque acudas y me muestres esas lágrimas vertidas,
esos cientos de poemas compartidos
y escuchados de mis labios,
esa dulce melodía que embriagaba los sentidos,
ese néctar pegajoso que elevaba nuestros sueños
hasta hacerlos realidad en un instante.


Yo te miro y te contemplo y recojo de aquel tiempo
todo aquello tan valioso que palpita
y que perdura,
lo que hizo que siguiera mi camino,
la florida madreselva con tu nombre entrelazada...


Más no quiero detenerme ni ofrecerte unos minutos.
No es posible que lo haga
porque debo continuar en mi camino,
porque debo proseguir en esta marcha que me aleja
de tu lado,
que me lleva hacia otros mundos,
que me entrega en otros brazos
y me acoge en otros puertos...


Aunque tenga que olvidarte poco a poco,
aunque tenga que llorarte como un niño,
aunque tenga que sufrir por ti, Ciudad Recuerdo,
en esta lucha.


Rafael Sánchez Ortega ©
27/08/11

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