TODO EL MUNDO PREGUNTA SI ESTOY TRISTE...

Todo el mundo pregunta si estoy triste

y respondo ocultando mi tristeza:

"No estoy triste, de veras lo confieso

y no es mía la causa de esas letras"

Sin embargo hay un algo que subyace,

un preludio con restos de galerna,

en la misma reclaman del pasado

unas nubes con visos de tormenta.

Pero no, yo no quiero ese retorno

y me niego a seguir de marioneta,

lo que quiero es el mar y el horizonte

y escuchar murmurar a las mareas.

Libertad es el nombre que yo ansío,

y lo quiero llevar como bandera;

es hermoso ser libre cada día

y callar al fusil y metralleta.

No estoy triste, reitero nuevamente,

aunque ruja el pasado con fiereza,

aunque sienta de pronto escalofríos

al oir una voz con un poema.

Yo sé bien que el pasado está pasado

y que el mar y el salitre me rodean,

y las algas me ofrecen caprichosas

ese dulce perfume con su esencia.

Es el yodo, de forma misteriosa,

el que viene a mi olfato y me penetra,

el que hace que tiemble en un momento

y me funda en sus aguas y leyendas.

Y en el mar, con sus olas y sus barcas,

buscaré por la noche a las estrellas,

buscaré, como buscan los amantes,

esa luz y ese labio que me esperan.

No estoy triste y reniego de esa frase,

aunque puede que oculte lo que sienta,

porque debo seguir en mi camino

caminando sin pausa por la tierra.

Atrás quedan balcones enterrados,

y ventanas con vidrios entreabiertas,

pero no, nadie busca mi figura,

ni yo quiero miradas indiscretas.

Volverán las canciones a las calles

y las gentes al baile y las verbenas,

volverás las alegres mariposas

al jardín encantado de las letras.

Y al final todo el mundo, sonriendo,

gozará cuando sepa la respuesta,

han leído unos versos simplemente,

que llevaban mil lágrimas impresas.

Rafael Sánchez Ortega ©

07/08/11