Llegar hasta tu lado en un suspiro,
volar en el instante y en presente,
sentir el suave tacto del papiro
rozado por tu mano tan ardiente.
Llevar con esa brisa que respiro,
el cáliz de un nordeste irreverente,
la seda sinuosa del zafiro
y el beso de mis labios en tu frente.
Llegar hasta tus abrazos añorados
salvando, sin dudar, mil escalones.
Llevar hasta esos ojos tan amados
mis ojos con su carga de emociones.
Llegar con unos versos desarmados
tratando de enlazar dos corazones.
Rafael Sánchez Ortega ©
10/08/11
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