No quiero esta noche
que salgan mis versos,
con cierta nostalgia
ni que hablen del cielo.
Tampoco de soles
ni estrellas que lejos,
me manden sus luces
y en ellas sus ecos.
No quiero la luna,
tampoco sus besos,
ni quiero la brisa
con sus ojos bellos,
Yo quiero los pasos
que van al silencio,
la voz de los grillos
que cantan sin miedo.
Yo quiero ser niño
tan solo un momento,
y quiero ser joven
y amarte en secreto.
Quizás no lo sepas
y dudes al verlo,
mis letras son tuyas,
también mis recuerdos.
Me queda tu gracia,
también tu salero,
se cierran mis ojos,
contigo me duermo.
Prometo callarme,
guardar lo que siento,
ahogar mis palabras,
también los te quiero.
Un día lejano
vendrás a mi encuentro,
y entonces mi niña
sabré que no he muerto.
Tu mano en mi mano,
mi boca en tu seno,
serán arco iris
que lancen destellos.
Serán primaveras,
momentos eternos,
y entonces unidos
los dos soñaremos.
Rafael Sánchez Ortega ©
20/08/11
¡Qué sensual, blanco y precioso poema!, gracias por compartirlo.
ResponderEliminarLe deseo un feliz fin de semana, lleno de amor y luz.
Leonor