(Para Angi, que inspiró estos versos)
Tu nombre quedó dormido
y por la brisa arrullado;
quedó envuelto con los sueños
en la punta de mis labios.
Ya sé que el tiempo transcurre
y nadie puede borrarlo,
ya sé que no somos niños
y que el otoño es amargo.
Pero tu nombre esta vivo
y se estremecen mis manos,
cuando recuerdan las tuyas
con dedos finos y largos.
Tu nombre quedó prendido
en la copa de los álamos,
para mirar las estrellas
que velaban tu descanso.
Pasaron noches oscuras,
primaveras y veranos,
pasaron mil peregrinos
bajo el olmo paso a paso.
Pero tu nombre perdura,
late aún en su letargo,
en ese sueño profundo
del que quiero rescatarlo.
Tu nombre quedó cosido
con un lazo en mi costado,
que trenzamos una noche
los dos solos, junto al lago.
Recuerdo bien esa noche
y el calor de tus abrazos,
recuerdo como temblaban,
tus labios, al yo besarlos.
Pero tu nombre, está vivo,
y lo grito sin descanso,
y una canción y un poema
van mis labios susurrando.
Tu nombre quedó dormido
y yo no quiero olvidarlo,
porque soñar con tu nombre
es sentirte entre mis brazos.
Rafael Sánchez Ortega ©
07/08/11
Gracias Rafa por tan bonito poema, una caricia al alma
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