Vuelvo a ti, Ciudad Recuerdo,
a saciarme de tus calles,
a buscar esas fontanas
escondidas en los parques.
Quiero ver a las ardillas
ascendiendo por los árboles,
y observar a las parejas
en los bancos por la tarde.
Quiero ver esos recuerdos,
esos ratos memorables,
y sentir que aquel pasado
sigue vivo y palpitante.
Quiero verte a ti, mi vida,
la Ciudad de las ciudades,
con tu plaza plateresca
y tus altas catedrales.
De tu nombre no me olvido,
ni tu estampa tan amable,
dos figuras y un recuerdo
en un tiempo memorable.
Porque el tiempo se detuvo
y el reloj paró un instante,
para ser, Ciudad Recuerdo,
el latido de mi sangre.
Aún recuerdo los claveles
y también a los rosales,
que miramos y tocamos
como niños en la clase.
Embriagados de promesas
paseamos junto al aire
por la orilla de aquel río
tras las huellas de su cauce.
Y cruzamos por los puentes
con los ojos singulares
y soñamos como niños
de un futuro más amable.
Hoy, que todo es poesía,
yo retorno con saudades,
a ese tiempo, que es pasado,
y he vivido como nadie.
"...Vuelvo a ti, Ciudad Recuerdo,
y no quiero me rechaces,
porque vengo con mis sueños
de aquel niño que tú amaste..."
Rafael Sánchez Ortega ©
19/01/12
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