Dame un minuto solo y brevemente
para rozar tu cuerpo con mis manos,
quiero sentir tu cuerpo estremecerse
en medio del torrente y el remanso.
Quiero besar tus senos juveniles,
quiero saciar mi sed en tu costado,
quiero notar la brisa de tu cuerpo,
quiero beber el néctar de tus labios.
Más si es mucho el minuto que te pido,
concédeme un instante, que no tardo,
quiero mirar tus ojos tan hermosos
y el cuello tan sutil y delicado,
la curva cantarina de tu vientre,
que pide y que desea ser amado,
las ramas de ese bosque misterioso
que guardan la pasión con tanto encanto.
Ya sé y sé que el tiempo pasa y pasa,
que corren los segundos sin descanso,
que el tiempo no detiene su camino
y la pasión me sigue desbordando.
Más tengo que apurar la dulce copa,
y este licor yo quiero saborearlo,
quiero sentir mi cuerpo estremecido
junto a tu cuerpo lindo y desnudado.
Más antes de partir deja que llegue,
que cruce los dinteles de tu cuarto,
que busque tembloroso por tus muslos,
el fruto y el placer que tanto amo.
No quiero que me venza la derrota
para caer con ella ante tu tálamo,
yo quiero compartir amor, tu esencia,
la gloria de alcanzar en paz tu abrazo.
Rafael Sánchez Ortega ©
28/03/12
Uffff!...
ResponderEliminarExquisito poema, Rafael.
Y no digo más...
;)
Abrazos.
Gracias Maritza.
ResponderEliminarUn abrazo en la noche,
Rafael
Muy sensual...
ResponderEliminarUn abrazo,
Marine
Gracias Marine. Un abrazo en esta mañana primaveral.
ResponderEliminarRafael
dulces y sensuales palabras, en un minuto, en un instante, todo vale..
ResponderEliminarabrazos
Quizás es el instante único que todos hemos vivido ó soñado alguna vez.
ResponderEliminarUn abrazo arena,
Rafael
Precioso poema donde destila sensualidad con elegancia y eso no siempre se consigue. Enhorabuena Rafael, un fuerte abrazo
ResponderEliminar.
Gracias por tus palabras, Campirela. Me alegro de que te haya gustado este poema.
EliminarUn abrazo y feliz día.