El tiempo no perdona tanta ausencia
y siento que es así en esta hora,
cuando acudo nuevamente hasta el cuaderno
para abrirlo y buscar entre sus páginas
aquella nota que guardé celosamente
con tu letra tan bonita.
Era en marzo, lo recuerdo, y tú llegaste
con la risas entre tus labios,
con tus ojos de avellana,
con el pelo recogido,
con tus manos tan coquetas
y unos dedos que embriagaban los sentidos.
...Y me diste aquella nota que ahora busco
y que no encuentro.
Hoy quisiera nuevamente releerla
y tenerla entre mis manos,
desearía retenerte y escanciar aquel instante
del pasado.
Remover mis sentimientos y encontrar una respuesta
que hace años no te di,
al huir de tu mirada.
Porque tú solo querías mi amistad y mi cariño,
y que fuera en esa noche compañero de tu baile.
Yo no sé lo que te dije como excusa,
pero sé que desde entonces terminaron muchos sueños
en mi pecho.
Se acabaron las princesas de los cuentos,
se acabaron los proyectos del futuro
y cerré, en aquel entonces, una etapa
de mi vida para siempre.
Rafael Sánchez Ortega ©
14/03/12
Qué triste cuando se desmoronan los sueños, no?...porque ya no volvemos a ser los mismos, no podemos, creo yo; de ahí en adelante siempre habrá algún cuidado extra en nuestro corazón...
ResponderEliminarA pesar de todo: nacerán nuevos sueños, nuevas esperanzas y nuevas mariposas aletearán en nuestro interior.
Abrazos miles, Rafael.
Como siempre, un poema precioso!
¿Quién no ha vivido un momento parecido?... Si hay alguien así será muy afortunado. Pero la vida nos dice que se sueña y se despierta, que volvemos nuevamente a soñar, (al menos los poetas), y que seguimos buscando y caminando, muchas veces tras una utopía, algo que solamente anhela nuestro corazón y no nuestra razón, quizás como esas mariposas de colores que vuelan y llegan inundándonos de ilusión y esperanza...
ResponderEliminarGracias por seguir mis letras Maritza.
Un abrazo en la mañana.
Rafael
Preciosas palabras, bien hilvanadas, como siempre. Sueña, ya sabes que el sueño es nuestro y nada ni nadie puede meterse sin que lo metas tu. Que tengas un buen sueño, un mejor despertar. Cuidate y se muy feliz en tu dia a dia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Y duele darse cuenta de que ya para siempre se hizo tarde.
ResponderEliminarYa no valen los autoreproches. Sólo queda aceptar el dolor.
Saludos
Gracias por tu comentario Fina.
ResponderEliminarUn abrazo en esta noche,
Rafael
Así es TriniReina, pero esta conclusión es aplicable a numerosas personas que sienten lo mismo.
ResponderEliminarUn saludo en la noche,
Rafael