II
Es la vida una eterna marioneta,
un clavel desprendido desde el cielo,
es la cola preciosa del cometa
que se muestra con gracia y con revuelo.
Más la vida es la cruz y la etiqueta,
es la cara feliz del caramelo,
la guadaña que pende en la libreta
y hasta el verso fundido con el hielo.
...Y la vida en otoño se termina
y se acaban las tardes y el verano.
Y aquí estoy, pensativo, con la encina
recordando otro tiempo muy lejano.
Otro tiempo de euforia parlanchina
cuando aún, aquel peso, era liviano.
Rafael Sánchez Ortega ©
29/10/11
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