sábado, 8 de octubre de 2011

QUERÍA POR FAVOR UNA MIRADA...


Quería por favor una mirada,
un roce de sus dedos en la frente,
la mano que sintiera su llegada
y el beso de los labios inocente.

Sin embargo, tenía todo y nada;
tenía una persona diferente,
un alma con el pecho enamorada
y un cuerpo tan sensual y tan ardiente.

Por eso la mirada suplicaba
soñando en la febril algarabía.
Soñaba con la mano que rozaba,
los dedos que pulsaban su alquería,
el beso de aquel labio que dejaba
abierto su caudal de fantasía.

Rafael Sánchez Ortega ©
08/10/11

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