lunes, 14 de noviembre de 2011

EL VIENTO NOS SALUDA CON SU FUERZA...


El viento nos saluda con su fuerza
y llega golpeando las ventanas,
hay una sensación de escalofríos
que corre por mis manos y mi espalda.

Parece que una mano de otro tiempo
detiene los relojes y los para,
juntando con la brisa y con el aire
las briznas de ilusión y de nostalgia.

De nuevo se producen esos miedos
y el grito silencioso de las almas,
resuenan los rumores de los mares
con restos de salitre y de resacas.

El viento no repara en estas cosas
y sigue con su furia desatada,
nos deja sus sonidos invisibles
y el aire y la galerna con sus garras.

Es una sensación de cobardía
sentir el viento así, en esta marcha,
mirar a todas partes asustado
sin nadie que devuelva tu mirada.

Quisieras estar lejos y muy lejos,
en ese paraíso que soñaras,
buscando por los cielos los cometas,
los globos de colores que te faltan.

El viento no te deja con tus sueños,
parece que se mete en las entrañas,
y sientes ese eterno escalofrío
sabiendo que te habla sin palabras.

Te habla con la música sin nombre
con esa sensación un tanto extraña,
que llega y acalora tus mejillas
y arranca de tus ojos unas lágrimas.

¡Detente corazón!, no des al viento
motivos de furor y de algarada,
no vuelvas tras tus pasos nuevamente,
y siente su latido en la distancia.

"...El viento nos saluda con fiereza
trayendo su mensaje y crucigrama,
la fuerza desatada de los cielos
que grita con dolor en la distancia..."

Rafael Sánchez Ortega ©
14/11/11

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