jueves, 10 de noviembre de 2011

YA NO ME MIRAN TUS OJOS...


Ya no me miran tus ojos
como anteayer me miraban,
me miran desde el recuerdo
y eso me duele en el alma.

Tus ojos hoy vagan lejos
entre el azul de las aguas,
se pierden en las regiones
y en mil altivas montañas.

Atrás dejaste mis ojos
con su llorosa mirada,
y allí quedó mi destino
roto y doliente en tu marcha.

Sólo quedó tu recuerdo
y en él las noches pasadas,
esos minutos sin nombre
donde soñamos sin pausa.

Pero recuerdo tus ojos
en una noche estrellada,
tú me enseñabas la luna
mientras mis dedos hablaban.

Yo recorría tu cuerpo
y te soplaba en la cara,
mientras miraba a la luna
en tu pupila encantada.

...Ahora no tengo tus ojos
con su color de avellana,
porque se fueron muy lejos
sin despedirse ni nada.

Cuando lo pienso no puedo
más que enjugar una lágrima,
porque tus ojos, mi niña,
eran la paz y la calma.

La paz que tú me traías
y que gozosa brindabas,
la calma sí, de tus ojos,
con dos pupilas amadas.

Ya sé que sobra mi llanto
como también las palabras,
ya sé que sobran mis versos
porque tus ojos me faltan.

Pero aunque falten tus ojos
yo miraré tu ventana,
para observar las cortinas
y ver si el viento las alza.

"...Ya no me miran tus ojos
como anteayer en la plaza,
sólo me queda el recuerdo
mientras se muere mi alma..."

Rafael Sánchez Ortega ©
10/11/11

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