Eran unas hormiguitas
que nacían en mi pecho,
y buscaban muy hambrientas
el camino de tu cuerpo.
Recorrían caminando,
de tu espalda a tu cabello,
de tus hombros a tus piernas
y volvían a tus senos.
Hormiguitas impacientes
¿qué buscais con tanto celo?,
recorrer pasito a paso
esa piel que yo deseo.
Recoger esos temblores,
que es la siembra de mis besos,
y también tantos suspiros
de los labios muy sedientos.
Hormiguitas con fortuna,
yo quisiera vuestros dedos,
para ir por esos campos
recorriendo los senderos.
Una música sublime
llega ahora con el viento,
y acelera los latidos
de ese pecho tan hambriento.
Hormiguitas que salisteis
dulcemente y en silencio,
caminar por esos campos
y gritar lo que yo quiero.
Ese cuerpo que yo adoro
a mi acude como un eco,
con temblor irreverente,
con pasión y con deseo.
¡Hormiguitas, hormiguitas,
no negueis lo que ya veo!,
aunque largo es el camino
y profundo el universo.
Hay un cuerpo que me espera
y un abrazo muy sincero,
unos labios temblorosos
y el amor que tanto anhelo.
"...Eran unas hormiguitas
que salían de muy dentro,
y nacían en el alma
para ir hasta tu encuentro..."
Rafael Sánchez Ortega ©
06/02/11
que nacían en mi pecho,
y buscaban muy hambrientas
el camino de tu cuerpo.
Recorrían caminando,
de tu espalda a tu cabello,
de tus hombros a tus piernas
y volvían a tus senos.
Hormiguitas impacientes
¿qué buscais con tanto celo?,
recorrer pasito a paso
esa piel que yo deseo.
Recoger esos temblores,
que es la siembra de mis besos,
y también tantos suspiros
de los labios muy sedientos.
Hormiguitas con fortuna,
yo quisiera vuestros dedos,
para ir por esos campos
recorriendo los senderos.
Una música sublime
llega ahora con el viento,
y acelera los latidos
de ese pecho tan hambriento.
Hormiguitas que salisteis
dulcemente y en silencio,
caminar por esos campos
y gritar lo que yo quiero.
Ese cuerpo que yo adoro
a mi acude como un eco,
con temblor irreverente,
con pasión y con deseo.
¡Hormiguitas, hormiguitas,
no negueis lo que ya veo!,
aunque largo es el camino
y profundo el universo.
Hay un cuerpo que me espera
y un abrazo muy sincero,
unos labios temblorosos
y el amor que tanto anhelo.
"...Eran unas hormiguitas
que salían de muy dentro,
y nacían en el alma
para ir hasta tu encuentro..."
Rafael Sánchez Ortega ©
06/02/11
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