(A Consuelo en este día, con cariño).
No te apures por la fecha
ni tampoco por los años,
ven a mi con tu suspiro,
ven a mi que yo te abrazo.
Florecientes primaveras
tras inviernos y veranos,
resbalaron por tu frente
y tu cara con agrado.
Un regalo que hice mío
al tomarte de la mano,
en la tarde de un Octubre
y besar tu rostro amado.
Desde entonces vi esta fecha,
a tu lado, paso a paso,
entre risas y alegrías
y con llantos enjugados.
No te apures de este día
que ahora marca el calendario,
es febrero simplemente
y me tienes a tu lado.
Los granizos y la lluvia
han venido a saludarnos,
y te dejan el saludo
de un invierno duro y largo.
Más tu estás en el otoño
de este tiempo tan preciado,
este tiempo que es la vida
para amarla sin descanso.
No te aflijas vida mía
en tu otoño tan dorado,
es la etapa en que se vive
entre el negro y entre el blanco.
No te apures por la fecha
y sus dígitos arábigos,
son dos signos simplemente
y un recuerdo del pasado.
Un recuerdo de la vida
de aquel día ya lejano,
en que abriste tus ojitos
a este mundo limpio y claro.
Día a día las cigarras
te alegraron con su canto,
noche a noche las estrellas
te miraron desde el alto.
Y por eso yo te escribo
estos versos con descaro,
para ti, querida mía,
con mi amor hoy renovado.
"...No te apures de la fecha
ni del como ni del cuando,
ven a mi con tu suspiro
y tus sueños tan sagrados..."
Rafael Sánchez Ortega ©
28/02/11
No te apures por la fecha
ni tampoco por los años,
ven a mi con tu suspiro,
ven a mi que yo te abrazo.
Florecientes primaveras
tras inviernos y veranos,
resbalaron por tu frente
y tu cara con agrado.
Un regalo que hice mío
al tomarte de la mano,
en la tarde de un Octubre
y besar tu rostro amado.
Desde entonces vi esta fecha,
a tu lado, paso a paso,
entre risas y alegrías
y con llantos enjugados.
No te apures de este día
que ahora marca el calendario,
es febrero simplemente
y me tienes a tu lado.
Los granizos y la lluvia
han venido a saludarnos,
y te dejan el saludo
de un invierno duro y largo.
Más tu estás en el otoño
de este tiempo tan preciado,
este tiempo que es la vida
para amarla sin descanso.
No te aflijas vida mía
en tu otoño tan dorado,
es la etapa en que se vive
entre el negro y entre el blanco.
No te apures por la fecha
y sus dígitos arábigos,
son dos signos simplemente
y un recuerdo del pasado.
Un recuerdo de la vida
de aquel día ya lejano,
en que abriste tus ojitos
a este mundo limpio y claro.
Día a día las cigarras
te alegraron con su canto,
noche a noche las estrellas
te miraron desde el alto.
Y por eso yo te escribo
estos versos con descaro,
para ti, querida mía,
con mi amor hoy renovado.
"...No te apures de la fecha
ni del como ni del cuando,
ven a mi con tu suspiro
y tus sueños tan sagrados..."
Rafael Sánchez Ortega ©
28/02/11
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