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II
Quería los corales y la brisa,
la noche con figura cenicienta,
la luna se mostraba muy atenta,
desnuda y ofreciendo su sonrisa.
Rozaba la ventana y la cornisa,
la yedra con su verde vestimenta,
un beso de su sombra tan atenta,
dejaba en los cristales muy sumisa.
La noche, entre las rosas y claveles,
mezclaba sus lamentos y suspiros.
Hay seres en la noche muy crueles
y niños con diamantes y zafiros.
La noche busca sangre en los burdeles
igual que los amantes y vampiros.
Rafael Sánchez Ortega ©
07/02/11
Quería los corales y la brisa,
la noche con figura cenicienta,
la luna se mostraba muy atenta,
desnuda y ofreciendo su sonrisa.
Rozaba la ventana y la cornisa,
la yedra con su verde vestimenta,
un beso de su sombra tan atenta,
dejaba en los cristales muy sumisa.
La noche, entre las rosas y claveles,
mezclaba sus lamentos y suspiros.
Hay seres en la noche muy crueles
y niños con diamantes y zafiros.
La noche busca sangre en los burdeles
igual que los amantes y vampiros.
Rafael Sánchez Ortega ©
07/02/11
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