Tiempo atrás yo miraba el calendario
y restaba del mismo día a día,
esperando la fecha y la alegría
que faltaba por ver tu poemario.
Pero ahora que el tiempo es propietario,
del otoño en su paz y su folía,
solo busco en el mismo su amnistía
y ese halo que tiene centenario.
Tus poemas llegaron dulcemente
y con ellos los rasgos de tu mano,
procedentes de un alma diferente.
Hoy te veo feliz y campechano,
-dulce otoño de rostro complaciente-,
y por eso te siento tan cercano.
Rafael Sánchez Ortega ©
02/02/11
y restaba del mismo día a día,
esperando la fecha y la alegría
que faltaba por ver tu poemario.
Pero ahora que el tiempo es propietario,
del otoño en su paz y su folía,
solo busco en el mismo su amnistía
y ese halo que tiene centenario.
Tus poemas llegaron dulcemente
y con ellos los rasgos de tu mano,
procedentes de un alma diferente.
Hoy te veo feliz y campechano,
-dulce otoño de rostro complaciente-,
y por eso te siento tan cercano.
Rafael Sánchez Ortega ©
02/02/11
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