jueves, 17 de febrero de 2011

ES FÁCIL QUE EL AUSENTE...



"...A veces los ausentes nos gritan y nos llaman..."

Es fácil que el ausente
nos grite desde lejos,
reclame lo perdido,
las rosas y recuerdos.

Más es que los ausentes
se marchan con el viento,
y van sobre las nubes
volando por los cielos.

Rumor de caracolas
que llegan de muy dentro
con mezcla de salitre
de mares muy diversos.

A veces los ausentes
reclaman lo que es nuestro,
reclaman los susurros
las risas y momentos.

Reclaman los segundos
vividos de aquel tiempo,
reclaman los latidos
ardientes de los pechos.

Pero es que su llamada
nos viene como un eco,
regresa de otras tierras
de mares y desiertos.

Entonces a los gritos
suceden los lamentos,
el aire huracanado
con llamas del infierno.

Los cielos tan alegres
se vuelven color fuego,
las tardes van pasando
dejándonos sus velos.

La noche va llegando
con pasos más bien lentos,
ya cantan las cigarras
sus salmos tan eternos.

Por eso los ausentes
nos llaman en sus rezos,
y mandan los suspiros
con voces y silencios.

"...Es fácil que el ausente
nos grite cual poseso,
reclame la locura
vivida con los sueños..."

Rafael Sánchez Ortega ©
16/02/11

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