¿Dónde te escondes,
paloma, con mis besos,
pues no te veo?
La tarde avanza,
el parque está desierto
y no apareces.
El viejo banco,
envuelve la figura
de quien te espera.
Es el anciano,
quizás el vagabundo,
con sus migajas.
Él te las daba
y tú las recogías
en tantas tardes.
Hoy la tristeza
planea en sus pestañas,
algo nubladas.
Y es que te busca,
nerviosa, su mirada,
por todas partes.
Tú le dejabas
la paz que representas
y llevas dentro.
Él te precisa,
lo mismo que tus besos
y su ternura.
Rafael Sánchez Ortega ©
15/09/21
Ay Rafael, que lindo escribes. Un bello poema, siempre me pregunto como puedes escribir todos los días y con tan buen estilo. Felicitaciones y feliz fin de semana.
ResponderEliminarmariarosa
Simplemente intentándolo, María Rosa. No hay más secreto, de veras.
EliminarUn abrazo y feliz fin de semana también para ti.
Esa paloma no andará lejos, seguro.
ResponderEliminarUn abrazo
Seguro Maripau.
EliminarUn abrazo.
Bella imagen y el significado muy amoroso para quien se hace acompañar por esa paloma... Tienes un corazón lleno de ternura amigo.
ResponderEliminarTe mando un lindo abrazo. Paty
Gracias por tus palabras, Paty.
EliminarUn abrazo.
Excelente Rafael...Gracias por compartir.
ResponderEliminarGracias a ti, Anton, por pasarte por mi Blog.
EliminarUn saludo.
Me he paseado por algunos de tus poemas en una noche helada y la verdad me has brindado calidez en mi alma.
ResponderEliminarAbrazos
Gracias Natalia y me alegro de que mis letras hayan servido, un poco, para lo que comentas.
EliminarAbrazos.