Róbame el cielo
y mándame un poquito
de esa utopía.
Quiero ese campo
de azules y de arcángeles
con sus misterios.
Si los compartes
iremos a los sueños
y a las leyendas.
Estoy cansado,
te digo en un susurro,
te necesito.
Me duele el alma,
me digo con sonrojo,
sin que me veas.
Pero preciso
el verso de tus labios
y tus palabras.
Por eso ansío
que robes a los cielos
sus maravillas.
Seremos niños,
iremos de la mano,
hacia las nubes.
Y en el Olimpo
veremos a los dioses
de nuestras letras.
Rafael Sánchez Ortega ©
23/09/21
Que maravilla Rafael, lo tuyo es soñar con los ojos abiertos, imaginar y dejarse llevar. ¿Y por qué no? Nuestra imaginación puede volar y crear lo que en la realidad resultaría imposible.
ResponderEliminarGracias por tan bellos versos.
Un abrazo.
Gracias María Rosa. Como decía algún autor, que no recuerdo ahora: "soñar no cuesta dinero", añado y "nos vuelve más niños".
EliminarUn abrazo en la noche.
Guarda bien estos poemas que son cosa buena, solo darte las gracias por compartir tu sensibilidad en las letras. Un feliz descanso.
ResponderEliminarGracias por tus palabras y deseos, Campirela.
EliminarUn abrazo y feliz miércoles.