Cruza la puerta
y ven a contemplar
la marejada.
Son altas olas
que llegan a la playa
de un largo viaje.
En esa alfombra
descansan mil leyendas
con el salitre.
Algas y sagas
envueltas en misterios
y con saudades.
Éramos niños,
quizás cuando unos labios
las inventaron.
Miradas tristes,
con otras muy febriles,
¡pero con vida!
Y ahora, nosotros,
venimos a su encuentro
en esta playa.
La marejada
acerca sus caricias
a nuestro lado.
Las aceptamos
por medio de unos besos
que intercambiamos.
Rafael Sánchez Ortega ©
23/10/21
El mar, trayendo reflexiones y recuerdos. Y, por supuesto, esperanza.
ResponderEliminarUn abrazo, y feliz Navidad
Gracias por tus palabras, Maripau.
EliminarUn abrazo y Feliz Navidad, también para ti.