Pequeña historia
vivida en el presente
y con sonrisas.
Sentí tus pasos
venir hacia mi lado
por el paseo.
Y nos miramos,
hablamos un momento,
de la familia.
Luego seguimos
andando hacia la barra
y la capilla.
Allí rezamos
un rato a la patrona
y nuestra Virgen.
Qué bello rato,
vivido en ese instante
y que perdura.
Tú me miraste,
me hablaste sin palabras,
y te entendí.
Luego, mis labios,
buscaron a los tuyos
y suspiramos.
Así quedó,
plasmado en la capilla
nuestro cariño.
Rafael Sánchez Ortega ©
08/10/21
Precioso y evocador, amigo Rafael.
ResponderEliminarMil besitos en la tarde.
Gracias Auroratris.
EliminarUn abrazo.
Contiene tanta simpleza como grandeza tu poema amigo, ese rezo tan inocente es como un lazo espiritual indestructible, basado en la fe y en el amor.
ResponderEliminarUn abrazo a la distancia, con mucho cariño. Paty
Gracias por tus palabras y abrazo, Paty.
EliminarOtro abrazo para ti con mucho cariño en estas fechas.