El capitán
de un buque sin destino
fumaba en pipa.
Así empezaba
un cuento que, de niño,
él te contaba.
Era tu abuelo,
marino retirado
de mil batallas.
Quizás su imagen
estaba en ese cuento
que te narraba.
Quizás la pipa
estuvo entre sus labios
mirando al mar.
Eso pensabas
ahora, suspirando,
al recordarlo.
En aquel barco,
carente de grumete,
tú te embarcaste.
Viste las olas,
por medio de tu abuelo
y las oíste.
Ellas te hablaron,
regaron a tu alma
con el salitre.
Rafael Sánchez Ortega ©
20/10/21
De verdad entrañable, seguro que tu abuelo era el protagonista, huellas que dejó en tu alma, precioso un abrazo desde mi brillo del mar
ResponderEliminarQuizás los abuelos de todos, Bea.
EliminarUn abrazo desde el cantábrico.
UN APLAUSO
ResponderEliminarGracias REcomenzar.
EliminarEse revivir el mar en los ojos del abuelo. Una preciosidad.
ResponderEliminarUn abrazo, y felices fiestas
Gracias Maripau.
EliminarUn abrazo y Felices Fiestas, también para ti.
Añoranza en tus versos y precioso para el tiempo que vivimos Rafael, me ha gustado muchisimo
ResponderEliminarTe deseo Rafael junto a todos los tuyos las mejores y felices Navidades del mundo
Un abrazo
Carmen
Gracias por tus palabras y deseos, Carmen.
EliminarUn abrazo y que tengas unas Felices Fiestas con tus seres queridos.