viernes, 28 de enero de 2011

MIS MANOS TRABAJARON ESTA TIERRA...


Mis manos trabajaron esta tierra,
sembraron surco a surco los trigales,
cuidaron con primor de temporales,
igual que de maleza y de la sierra.

Más vino hasta nosotros una guerra,
la sangre que regó los helechales,
las manos que rompieron los cristales
y el paso vacilante del que yerra.

Yo miro aquí mis manos, tan cansadas,
las miro con el rostro pensativo
y pienso en tantas tierras calcinadas.

Me siento como el reo y el cautivo,
y tiemblan estas manos arrugadas,
pues pienso que estoy muerto, y ya no vivo.

Rafael Sánchez Ortega ©
28/01/11

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