Te acercaste cervatilla
a beber en la corriente,
te acercaste por la orilla
a saciar tu sed ardiente.
A tu lado fue una ardilla,
con su paso tan silente,
tú la viste saladilla
y seguiste indiferente.
Pero luego llegó un cuervo,
con plumaje negro oscuro,
a beber junto a tu lado.
Y pensaste en aquel ciervo,
su berrar tan prematuro,
que buscaba tu costado.
Rafael Sánchez Ortega ©
07/01/11
a beber en la corriente,
te acercaste por la orilla
a saciar tu sed ardiente.
A tu lado fue una ardilla,
con su paso tan silente,
tú la viste saladilla
y seguiste indiferente.
Pero luego llegó un cuervo,
con plumaje negro oscuro,
a beber junto a tu lado.
Y pensaste en aquel ciervo,
su berrar tan prematuro,
que buscaba tu costado.
Rafael Sánchez Ortega ©
07/01/11
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