Eres el alba
que alumbra mi camino
de madrugada.
Eres la aurora
que siembra de sonrisas
los corazones.
...Y me conformo
con ser ese poeta
que tú despiertas.
Eres el guiño
del ojo y la pupila
que nos anima.
Eres la mano
y el dedo vacilante
que me acaricia.
...Y se serena
mi corazón enfermo
cuando te siente.
Eres el beso
que mandas con la brisa
desde los cielos.
Eres el ángel
que cuida mis espaldas
cuando camino.
...Y yo bendigo
la vida y tu presencia
porque te amo.
Rafael Sánchez Ortega ©
14/05/21
Muy hermosa poesía.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias Verónica.
EliminarUn saludo.
Que bonito y que suerte tener un ángel que te cuida.
ResponderEliminarmariarosa
Todos tenemos uno, ¿no, María Rosa...?
EliminarUn abrazo.
Bella forma de ser, la de estos lindos versos.
ResponderEliminarDe nuevo con todos vosotros, de vuelta, y me está costando dejar atrás lo vivido.
Hay que ponerse las pilas nuevas, jeje.
Un abrazo
Gracias Carmen y poco a poco.
EliminarUn abrazo.
Que lindas palabras que enlazas en tu poesía, es ERES es mucho más es un TODO.
ResponderEliminarBesotes.
Gracias por tus palabras y ánimo, Campirela.
EliminarUn abrazo en la noche.