Era tu voz
tan dulce y melodiosa
que enamoraba.
Me cautivó
el canto de tus labios
aquella tarde.
Y hasta soñé
con ratos y momentos
que no existieron.
En ellos tú
venías a mi lado
con tu sonrisa.
Y en ese instante,
vivimos muy felices
sin darnos cuenta.
¡Bendita infancia,
de nuevo rescatada,
con estos sueños!
Y me quedó
el timbre de tu voz
en los oídos.
También con él
dejaste mil caricias
que eran sinceras.
Y me dormí
contigo, en este sueño,
sin un suspiro.
Rafael Sánchez Ortega ©
15/06/21
La voz queda como banda sonora... con ella alcamzamos esos sueños deseados. Muy bonito, amigo Rafael.
ResponderEliminarMil besitos en la tarde.
Gracias por tu comentario, Auroratris.
EliminarUn abrazo en la tarde.
Las voces quedan guardadas en la memoria como los rostros y nos provocan muchas veces sentimientos nostálgicos.
ResponderEliminarBesos.
Es como dices, Paula.
EliminarBesos.
Me recordaste aquellos tiempos donde la comunicación era telefónica, algunas voces que impactaban y su saber ser...
ResponderEliminarHermoso poema, Rafael
Beso
Tiempos muy bonitos, sin duda, Mujer de Negro.
EliminarUn abrazo.
La voz un instrumento que tiene mucha importancia a la hora de conocer a una persona ella nos impacta y nos envuelve en esa aureola de saber como será.
ResponderEliminarSonidos que son algo más.
Feliz noche.
Cierto Campirela, la "voz" puede enamorar...
EliminarUn abrazo.
Que dulzura, que romántico, me encantó, un furte abrazo desde mi brillo del mar
ResponderEliminarQué bonito!! 👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼
ResponderEliminarGracias Galilea.
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