Si tú pudieras
volver de tu periplo
para ver esto.
Estas campiñas,
la aldea castellana,
la fuente regia.
También la plaza,
la iglesia centenaria
y las callejas.
Largos balcones
en casas señoriales
con sus escudos.
Esta es mi tierra
muy cerca de la costa
y del cantábrico.
Pero te fuiste,
marchaste, sin destino,
a la aventura.
Si tú estuvieras
veríamos el alba
al despertar.
Y buscaría
tu mano con mi mano
para besarla.
¿Cómo decirte
lo mucho que te quiero
en esta tarde?
Rafael Sánchez Ortega ©
16/10/21
Tu poema me entristece, son los versos de un ser solitario que desahoga en versos su penar.
ResponderEliminarDebe ser culpa del otoño que con su belleza de colores dorado y su frío, nos encierra y nos hace recordar.
Un abrazo.
Es posible que sea un poco de todo, María Rosa. A veces nos quejamos sin motivo.
EliminarUn abrazo y feliz fin de semana.
Qué lindo lugar, no solo en la ciudad y sus encantos, sino también en ese cariño que se quedó solitario y siempre recordando.
ResponderEliminarUn abrazo para ti, amigo. Paty
Gracias por tus palabras, Paty.
EliminarUn abrazo y feliz domingo.