Miro y remiro
las cosas que suceden
sin entenderlas.
No entiendo nada,
carezco de razón
para pensar.
Pero suspiro
buscando, en mis entrañas,
esas respuestas.
Centro del mundo,
le llaman al ombligo,
"de mi universo"
Quizás con ello
podamos conformar
tanto egoísmo.
Malditos "egos",
nos dice la moral
y fe ortodoxas.
Benditos "egos",
sugieren los psiquiatras
dando sonrisas.
Y mientras tanto
el mundo nos vacila
en su locura.
Y tú te duermes,
corazón, en el centro
de una utopía.
Rafael Sánchez Ortega ©
19/05/21
Y o pares de mirar ...
ResponderEliminarAbrazos en la noche.
Lo debemos intentar, Campirela.
EliminarUn abrazo y feliz día.
Si ese ego es muy grande, es que no deja que el otro tenga uno, pero yo tampoco entiendo el egoísmo.
ResponderEliminarUn abrazo, Rafael
Así es, Maripau.
EliminarUn abrazo.
Es cierto, cada quien crea su mundo para no ver lo malo del mundo, necesitamos esos refugios para no sentir el dolor de tantos y de nosotros mismos. Nos queda la búsqueda de lo bueno, el éxito de la esencia por sobre la materia y la confianza en una evolución hacia la luz. Si nos enfocamos solo en lo negativo nos amargamos, nos deprimimos, no hacemos nada más que centrarnos en nuestro propio desastre, o en nuestro reducido ombligo.
ResponderEliminarGran tema amigo, me conmovió. Un abrazo, Paty
Gracias por tu comentario tan profundo, Paty.
EliminarUN abrazo.