A veces sientes la sensación de estar en la recta final
de un camino sin retorno.
Parece como si estuvieras llegando al término de un largo recorrido
y que lo que resta por caminar sea algo indeterminado.
Pero también sientes que llevas una carga,
pesada, en tus espaldas,
que el alma empuja con su moral endeble
y obliga a que te detengas y mires atrás,
infinidad de veces,
aunque sabes que no hay nada que hacer,
que el pasado queda lejos y que tienes que seguir avanzando
hacia ese final anunciado en la novela de tu vida.
De vez en cuando abres la ventana
y por ella entran los tonos grises del día y de la tarde,
en esa vida que se escapa de tus manos,
en ese sentimiento que has buscado inútilmente
y en esa sensación de soledad que va contigo.
En lo alto ves las estrellas que parpadean
y te imaginas a decenas y decenas de vidas paralelas
con las que reiste e intercambiaste unas palabras
y hasta pudiste soñar en diferentes momentos...
Pero no, no vuelvas al pasado,
déjale ahí, que se relaje y que duerma.
Tu sitio está aquí, en este camino que se acaba,
en esta senda tan difícil por la que caminas,
en este aliento que casi te falta para respirar en el día a día
y en ese amor que sabes que nunca encontrarás,
porque es simplemente un sueño y una quimera
y tú,sigues siendo el niño egoísta
que nunca ha sabido ser un hombre
ya que te has negado a crecer y a ser
como las demás personas que te rodean.
(Palabras surgidas en la tarde para mí mismo...)
Rafael Sánchez Ortega ©
22/07/21
Leerte en este poema narrativo es encontrarte un poco de ti, tus palabras dicen algo de tus sentimientos. Una vida vivida y queda mucho por hacer, nunca muere la ilusión mientras se tenga un mínimo de esperanza en soñar e ilusionarse. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarPoco que añadir a tus palabras, Campirela. Gracias por ellas.
EliminarUn abrazo en la noche.
Aun siendo un poema... son palabras cargadas de un ralismo brutal, amigo Rafael.
ResponderEliminarMil besitos en la noche.
Gracias Auroratris.
EliminarUn abrazo.
Te castigas con tus palabras, creo que este tiempo encerrados que hemos padecido, la perdida de amigos y seres queridos nos han vuelto a todos un poco críticos con nosotros mismos y nos damos cuenta que el tiempo pasa demasiado rápido y que antes no nos dábamos cuenta.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tienes toda la razón, María Rosa, quizás lo que dices es parte de la culpa de nuestros comportamientos.
EliminarUn abrazo.
Reflexiones de quien sabe que su tren lleva ya mucha distancia recorrida. Pero queda camino.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Maripau.
EliminarUn abrazo.
Son duras y un poco desesperanzadoras, creo que es más útil enfocarse en el presente y disfrutar cada momento antes de que sea pasado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sí, Noelia, es mejor como dices.
EliminarUn abrazo y gracias.