Te vi, de nuevo,
pasar por la avenida,
y me miraste.
Mi corazón,
que estaba adormecido,
vibró con fuerza.
Volvió a latir
el fuego por mi sangre
con la pasión.
Sentí tus labios
hablarme, sin palabras,
y te escuché.
Te contesté
diciéndote mil cosas
y atolondrado.
Quería verte,
oírte sin descanso,
estar contigo.
Recuperar
el tiempo y el pasado
que se nos fue.
Y lo perdimos
por culpa de otros seres
que no entendían.
Hoy, que te he visto,
mi alma, como antaño,
tiembla y te ama.
Rafael Sánchez Ortega ©
05/09/21
Aquellos amores perdidos en la juventud son asignaturas pendientes que aunque pase el tiempo algún ida habrá que resolver. Es lo que me ha trasmitido tu poema a pesar del tiempo el amor se detuvo en ese instante de volver a verla. Romántico total. Abrazos.
ResponderEliminarGracias por esa visión que me dejas en tus letras, Campirela.
EliminarUn abrazo y feliz noche.
Muchas veces el amor lamentablemente se ve influenciado de alguna manera, en algun aspecto por otras personas, pueden ser familiares, amigos...y se nos escapa entre los dedos.. Cuando el tiempo pasa ese sabor amargo de lo que no llego a concretarse se vuelve ilusion y preguntas..Y si todo hubiese sido distinto? Bonito poema Rafael. Besossss
ResponderEliminarA veces sucede comodicesd, Eli Méndez.
EliminarUn abrazo y gracias.
Qué hermoso debe ser vivir algo así, un reencuentro después de muchos años, de dos seres que se amaron y que, seguramente, aún se aman.
ResponderEliminarPrecioso amigo. Un abrazo, Paty
Supongo que sí, Paty. Gracias por tus palabras.
EliminarUn abrazo.
Bellisimo poema , felicidades
ResponderEliminarGracias Edith.
EliminarUn abrazo.
Bellísimos versos, Rafael.
ResponderEliminarBesicos.
Gracias Galilea.
EliminarUn abrazo.
wwuuaaauuu uufff eso pasa, y el corazón late como ell primer día, bellísimo me encantó, un abrazo desde mi brillo del mar
ResponderEliminarGracias Bea.
EliminarUn abrazo.