Por las montañas
desfilan los rebecos
entre las rocas.
Cruzan neveros
en busca de comida
con gran recelo.
Temen al hombre
que caza y les dispara
cobardemente.
¡Qué bella imagen
nos dejan cuando asoman
tan vigilantes!
Mejor que un tiro
merecen recordarlos
en una imagen.
Saca la máquina,
prepara el objetivo,
luego dispara.
Cuando regreses
de nuevo hasta tu casa
te alegrarás.
Tendrás en vivo
la fuerza y la ternura
de aquel momento.
Y sentirás
que hay vida en las montañas
gracias a ti.
Rafael Sánchez Ortega ©
07/08/21
Esta noche los duendes andan revueltos porque se empeñan en no subir a las montañas, pienso que tal vez tengan miedo que el cazador todavía este por allá y les pegue un tiro. Todo esto no es que me haya vuelto loca es que es porque mi anterior mensaje no ha subido , mejor dicho si, pero se ha ido de fiesta ajajaja, bueno espero que este se quede y no se vaya de parrando. Felices sueños Rafael y a descansar que ya es hora. Un bonito poema.
ResponderEliminarGracias por tus palabras y deseos, Campirela. Parece ser que sí, que hay duendes en los Blogs y debe de ser algo general.
EliminarUn abrazo y feliz viernes.
Disparar con una cámara, eso sí que está bien. Bellos versos, de amor a la naturaleza.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Maripau. Es una opción de inmortalizar un momento y una escena, ¿no crees?
EliminarUn abrazo.