Es un precioso día de verano
y pienso en ti.
Te imagino a mi lado paseando por la playa,
metiendo los pies en el agua
y dejando que las olas nos acaricien con sus besos
mientras la brisa del nordeste llega
y nos une más y más
con sus caricias interminables.
Tu cuerpo se estremece
y el mío le responde a través de los dedos.
Esos dedos que tiemblan,
que también acarician,
que sienten el latido de tu corazón,
que buscan la piel de tus manos,
de tus brazos,
de tu espalda,
de tu pelo,
de tus labios...
Miro a lo lejos y veo el horizonte
y en él te veo,
nos vemos.
Avanzamos,
remamos por mares remotos
y llenos de sueños,
ya que la poesía está en ellos,
en sus mares, en sus cielos,
en sus barcas y en nosotros...
Suspiras y suspiro.
Es una comunión perfecta de dos corazones
que buscan el amor cerca y lejos,
dentro y fuera,
arriba y abajo,
ya que el cielo y la tierra
están llenos de mariposas,
de hadas, de elfos,
de amantes en suma,
y de niños que intentan ser poetas,
aunque sea para unos ojos,
(sus ojos),
y por un instante,
de esta vida e infancia
que inmortalizan cada día
en el recuerdo.
Rafael Sánchez Ortega ©
10/09/21
Que bello mirar al horizonte y veros allí...unos versos con un remo hermoso.
ResponderEliminarFeliz semana Rafael.
Un abrazo
Gracias Carmen.
EliminarUn abrazo en la tarde.
Segura estoy que fue un hermoso día, ya sea en tu memoria o en tus sueños, por qué lo que plasman tus fletaras sino se ha vivido no se pude decir. Un precios poema. Feliz noche.
ResponderEliminarGracias por tu comentario, Campirela.
EliminarUn abrazo y feliz noche.
El amor, los sueños y la poesía. Tres elementos que se combinan y alimentan mutuamente. Quizá forman juntos la misma esencia del saber vivir, Rafael.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo siempre.
Es cierto lo que dices, María Jesús.
EliminarUn abrazo.
Ufff que romantico Rafael. Eres muy fuerte en el genero...
ResponderEliminarGracias.
Gracias sinceras Anton.
EliminarUn abrazo.