Pedir perdón
es algo necesario
para empezar.
Así se aprende,
reconociendo culpas
y perdonando.
Somos humanos,
por ello, tropezamos,
con gran frecuencia.
Pero la culpa
debiera no volver
a cometerse.
Esa es la pega
que estamos abocados
a repetirla.
Pero no importa
observa a las resacas
y actúa así.
¡No me fastidies,
conciencia caprichosa,
déjame en paz!
Entonces duerme,
refúgiate en los sueños
y vuela lejos.
Yo, tu conciencia,
me quedaré esperando
a que despiertes.
Rafael Sánchez Ortega ©
24/08/21
Por qué costará tanto pedir perdón, no es algo usual, es una pena.
ResponderEliminarDespués de pedirlo el alma queda en paz.
Me ha gustado el verso final, todos...
Feliz fin de semana.
Pues sí, Carmen, somos así.
EliminarUn abrazo.
Cuando pedimos perdón, hay que hacerlo sintiéndolo de verdad, procurando y bien digo procurando no volver a repetir la acción que nos ha llevado hacerlo. Un poema lindo. Un abrazo Rafael.
ResponderEliminarAsí debería de ser Campirela.
EliminarUn abrazo y feliz noche.
Pedir perdón es que es necesario, si no, sabiendo que ofendiste, muchas veces sin querer, no te quedas en paz. Hay quien no, claro, quien es incapaz.
ResponderEliminarUn abrazo
Es algo que te hace sentir mal si no lo haces, Maripau.
EliminarUn abrazo y gracias.
Es tremendo entender que perdonar alivia el alma, pero aun no aprendemos mucho a pedirlo
ResponderEliminarAbrazo
Es difícil, María del Rosario, lo confieso.
EliminarAbrazo.
Hay quien te hace daño y no pude perdón, encima te culpa...
ResponderEliminarAsí que el perdón según de quién venga así será.
Palabras muchas Rafael hechos son los que cuentan, puedo perdonar pero no olvido.
No es rencor, el sufrimiento solo lo pasa quien lo lleva.
Un abrazo y quizás no fui acordé al poema. Cuidate
Entiendo lo que dices Cora.
EliminarUn abrazo y sí, viene a cuento con el poema tu comentario.
Perdonarnos es el primer paso para un sincero pedir perdon.. Excelente Rafael...
ResponderEliminarGracias Antón.
EliminarUn abrazo.
Pedir perdón y perdonar nos ayuda a renovarnos y mejorar el espíritu. El orgullo humano nos impide acercarnos a la otra persona y a veces andamos inquietos y desequilibrados. Un poema que nos ayuda a reflexionar, Rafael.
ResponderEliminarMi abrazo y mi ánimo, amigo.
Gracias María Jesús por tus palabras.
EliminarUn abrazo y feliz día.