Ojos cansados
quizás por tantos años
de ver la luz.
Ya necesitan
cerrarse en un instante
y descansar.
Buscar las sombras
que guardan las pupilas
celosamente.
Por esos ojos
cruzaron los gorriones
y primaveras.
También las gentes,
los niños y sus madres
para el colegio.
Y alguna lágrima
brotó de sus pupilas
muy tímidamente.
Ojos ancianos,
antaño juveniles,
y tan curiosos.
Guardad ahora
las formas y figuras
que emocionaron.
Y, en el silencio,
sentir el beso amado
con devoción.
Rafael Sánchez Ortega ©
25/07/21
Cuánta verdad dice tu poema...
ResponderEliminarMe emocionó.
Saludos.
Gracias María Rosa.
EliminarUn abrazo.
Me sumo a mariarosa, verdades dice tu poema, pero la ilusión siempre hay que tenerla si no que nos queda. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarGracias Campirela.
EliminarUn abrazo y feliz noche.
Pues así lo veo yo también, sin ilusión no hay nada.
ResponderEliminarFeliz noche Un abrazo
Gracias Carmen.
EliminarUn abrazo.
Todos tenemos a veces los ojos cansados...
ResponderEliminarBeso grande y feliz jueves.
Cierto Paula.
EliminarBesos.
Paso del tiempo y cansancio, pero seguro que pese a los años, también a veces esos ojos miran con ilusión.
ResponderEliminarBesitos.
Y que no se pierda nunca, Noelia.
EliminarBesos.
Los ojos cansados, de tanto haber vivido, son como baúles de recuerdos.
ResponderEliminarUn abrazo
Y tienen tanto que contar, Maripau...
EliminarUn abrazo.
Un bello homenaje a los ojos que nos aportan luz y vida. Sin ellos la vida sería incompleta. Esos ojos cansados siguen viendo, mirando y amando la vida hasta el final, Rafael. Bello e inspirador poema, amigo.
ResponderEliminarMi abrazo siempre.
Gracias por tu comentario, María Jesús.
EliminarUn abrazo.