Pido perdón
por no saber amar
y haber mentido.
Pensaba en mí,
lo sé y lo reconozco.
Fui egoísta.
Por eso quiero,
pedir que me perdones,
por tantas faltas.
Me equivoqué
y confundí palabras
y sentimientos.
¡Ojalá Dios
perdone mis pecados
y me comprenda!
Y es que seguí
la ruta equivocada
sin darme cuenta.
Aquellos ratos
con múltiples personas
hoy me avergüenzan.
De todas formas
es parte de la historia
y de mi vida.
Pido perdón,
de nuevo, a Dios y a quienes
pude hacer daño.
Rafael Sánchez Ortega ©
22/07/21
Bonito gesto.
ResponderEliminarBesos.
Gracias Amapola Azzul
EliminarUn abrazo.
Todo nuestro peregrinaje en la tierra es de más errores que aciertos, pero la humildad de mirarlos, hacer un acto de constricción y pedir perdón, es el mayor aprendizaje que podemos ganar para nuestra alma y vida. Dios nos ama con todo lo que somos, con los aciertos y desaciertos.
ResponderEliminarPrecioso y sensible poema amigo. Un gran abrazo, Paty
Gracias por tu comentario tan sensible, Paty.
EliminarUn abrazo y feliz día.