Sobre la alfombra
descansan los gatitos
muy perezosos.
¡Cuánta ternura
desprenden con su imagen
tan indolente!
Me gustaría
ser gato, como ellos
y dormitar.
Buscar un sitio,
tenderme en otra alfombra
y no pensar.
Pasar el tiempo
cortando musarañas
de mi cerebro.
Ir apilándolas,
quitando las malignas,
dejar las buenas.
Ronronear,
igual que los mininos
y estar contento.
Buscar al cielo,
los ojos temblorosos,
y ver la luz.
Porque al final
los niños de los cuentos
siempre suspiran.
Rafael Sánchez Ortega ©
08/08/21
Hermosa imagen, como no te va a inspirar tan bonito poema. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias María Rosa.
EliminarUn abrazo.
Qué bonita imagen y letras, todos soñamos decorar en los sueños nuestros días de ayer.
ResponderEliminarAbrazo
Gracias por tus palabras, María del Rosario.
EliminarAbrazo.
Me has hecho recordar a mi gato Cesar con sus ronroneos y su sus ganas de jugar. Bella estampa . Un abrazo feliz noche.
ResponderEliminarGracias Campirela, me alegro de lo que dices.
EliminarUn abrazo y feliz día.